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Cómo hacer rutinas más inteligentes

No es que todos pensemos en formar una vida rutinaria pues en realidad los seres humanos pensamos más en una vida que represente más salidas a la aventura en el día con día.

La vida es eso que pasa en la rutina. No es que todos pensemos en formar una vida rutinaria pues en realidad los seres humanos pensamos más en una vida que represente más salidas a la aventura en el día con día pero al final, nos acostumbramos a estandarizar nuestros propios procesos.

Nos despertamos a una hora, tomamos el desayuno a un tiempo y así formamos una “ruta crítica” para hacer más ágiles nuestros tiempos.

No obstante, la vida de rutina también representa un reto en gran medida. Cuando se vive en la rutina hacen falta novedades y podemos caer en la monotonía y con ello, en el aburrimiento. Esta misma situación nos conduce a la desmotivación y a la sensación de que no tenemos más energía para continuar.

Cuando se vive en la rutina es posible que tengamos la sensación de que no encontremos ni el tiempo, ni las ganas de hacer nada. La pregunta entonces es: ¿cómo romper con la rutina cuando estamos tan habituados a ella? ¿Cómo recuperar el dinamismo y hacer de nuestra vida algo más agradable y divertida?

Lograrlo no es tan difícil como parece, pues romper la rutina no es sinónimo de hacer cambios drásticos como mandar todo muy lejos y abandonar las responsabilidades que tenemos (claro, a no ser que realmente quisiéramos hacerlo). Al final, dentro de nuestra rutina hay cosas que nos gusta hacer y buenas costumbres que nos ayudan a vivir mejor.

Aun así, cuando te das cuenta que estás viviendo en un ciclo en el que te levantas → trabajas → regresas a casa → duermes, y al día siguiente haces exactamente lo mismo, vas a tener la necesidad de cambiar todo eso que te atormenta. Dejar de sentir esa fuga de tiempo que la rutina impone es posible mientras quieras ser una persona completamente renovada.

En el siguiente artículo te contamos cómo dejar atrás esa vida monótona. Aunque no lo creas, las mejores cosas de la vida están hasta en los más pequeños detalles.

Descubre cosas nuevas

Es fácil que nos acomodemos a lo que ya conocemos y que nos encanta pero, descubrir algo diferente es emocionante. Hacerlo de manera gradual nos ayuda a acostumbrarnos sin correr riesgos y además, aporta cosas nuevas a nuestra vida.

Como decíamos, romper con la rutina no significa hacer un cambio radical. Supongamos que todos los días vas a la misma cafetería y pides el mismo shot: un espresso doble cortado, ¿qué pasaría si un día pidieras un capuchino con leche de almendras? A menos que te enteres de que eres alérgico a estas semillas, nada malo va a pasar.

En este nuevo camino de experimentación lo más seguro es que encontrarás algo que no te gustó hacer para nada, y eso simplemente puedes dejarlo de lado. A cambio puedes empezar a hacer las cosas que te cautivaron y que nunca antes habías probado. En la vida hay tantas cosas que hemos pospuesto por desidia y cuando, por fin las hacemos, sólo podemos pensar: “¡qué torpe fui! ¡Tantas cosas de las que me perdí!

No se trata de abandonar todo lo que te gusta hacer, sólo de estar abierto a nuevas posibilidades. Siéntete con el derecho de identificar en tu rutina qué es lo que más te gusta y sigue haciéndolo porque ese, en todo caso, sería el motivo principal por el que te guiaste por ese camino.

Cambia de hábitos

¿Te has preguntado desde hace cuántos años compras la misma marca de barras de cereal o el mismo sabor de yogur? Haz cuentas y te sorprenderás de saberlo. Esas cosas también forman parte de nuestra rutina y podemos cambiarlas por algo totalmente nuevo. Supongamos que diario sin excepción desayunas un plato de fruta con una taza de café.

¿Por qué no pruebas unos huevos estrellados y un jugo de naranja? Así también puedes darte ciertos lujos como comer chocolates o ir a la cafetería más cercana para pedir tu croissant favorito. En cierta medida hacer una rutina significa una dieta a la medida, pero siempre puedes romperla y consentirte.

Cambiar de hábitos también implica que en tu nueva vida puedes empezar a salir más con tus amigos y retomar viejas amistades. Por lo menos, sería bueno que salieras una vez a la semana al sitio que tú quieras: ya sea ir de compras, al cine, a una obra de teatro o a hacer ejercicio, esos cambios te beneficiarán y lo notarás muy pronto.

Terminado el día no sólo estarás cansado y listo para ir a la cama, sino que también habrás notado como eso que hiciste en el día fue “felicidad pura”.

Socializa otra vez

Las rutinas tienden a sumirnos un poco en la soledad y en ese sentido, lo más seguro es que comas solo, vuelvas a casa y te duermas a las 8 p.m. aún con el televisor encendido. Con tu familia ya casi no hablas y a tus amigos los has abandonado. Pareciera ser que la rutina te llevó a caminar rápido y solo en lugar de ir lejos y acompañado, ¿es así?

Entonces puedes empezar a convivir más, tanto con tus colegas del trabajo como con tu familia. Si llegas temprano a casa, por más cansado que estés puedes cambiar la rutina invitando a tu esposa y a tus hijos al cine o a ver una película en casa. Las posibilidades son infinitas.

Además, puedes tomarte un café a solas y llevar un libro contigo para distraerte un rato de la cotidianeidad. A casa puedes volver acompañado por algún colega o con algún amigo que esté cerca de tu oficina y de tu casa. Platicar nos viene bien a todos, así que mejor que lo hagas con regularidad.

Fíjate en los pequeños detalles

Seguramente en tu rutina tediosa y aburrida has identificado que haces siempre lo mismo: te aseguras de cerrar todas las cortinas en las mañanas, enciendes el auto para que se caliente y bajas para ir a abrir el portón, pones llave a cada una de las puertas y además, verificas una vez más que ya has hecho todo esto.

Es común que estas actividades que tienen una parte obsesivo compulsivas las hagas mucho por inercia y cuando no las haces, te provocan un estrés tremendo. De esta forma, en la actualidad y gracias a los avances tecnológicos existe la automatización del hogar, con la cual, podrías evitar esta parte de la rutina que por pequeña que sea te priva de hacer otras cosas.

Es simple pero es verdad: una de las mejores cosas de la automatización del hogar es lo conveniente y eficiente que puede hacer tu vida. ¿Quieres bloquear más sol de la mañana para que puedas dormir por más tiempo pero no quieras salir de la cama? Simplemente presiona un botón para cambiar la posición de tus persianas automáticas.

¿Quieres que esa taza de café esté lista para ti cuando te despiertes? Programa esa preferencia en tu máquina de café automatizada. ¿Quieres que la casa sea genial cuando termines tu maratón? Un termostato automático es donde está. La comodidad de un hogar automatizado no puede ser mejor.

¡Sal de la rutina y descubre cosas nuevas con Somfy!

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