Hoy en día, el diseño y la renovación de un edificio es sumamente complejo. El cambio climático y
la necesidad de reducir las cantidades de emisiones de CO2, ha generado nuevos retos los cuales
tienen un mayor impacto en las reglas tradicionales y códigos de conducta en la industria de
construcción.
Sin embargo, más allá de la sustentabilidad en términos de energía, los edificios son hechos para
las personas y deben mejorar nuestra calidad de vida tanto en el trabajo como en casa. Los edificios
juegan un papel importante para mantenernos felices, saludables y productivos.
Para hacer frente a estos desafíos, los profesionales de la construcción, los diseñadores y los
proveedores tienen que trabajar de forma más estrecha con un enfoque integrado inicial, centrándose
en dos cuestiones principales:
- Como lograr el mejor desempeño posible de energía?
- Como proporcionar a los ocupantes un mejor confort y calidad de vida?
Las fachadas, son la mayor interfaz donde se realizan la mayoría de los intercambios térmicos, es
la clave en este proceso. Es por eso que una comprensión adecuada de lo que la protección solar
dinámica puede traer es esencial hoy en día.